30 de noviembre de 2011

Nuevecito


(Tanto que todavía no lo tuve en mis manos).
La foto es de Luciana Betesh.
La edición, de Gog y Magog.

23 de noviembre de 2011

Chucherías


21 de noviembre de 2011

Que West, que East y que patatín y que patatán



Las direcciones neoyorquinas siempre me resultan un obstáculo para traducir.
Ni hablar si es poesía.
Hoy por suerte no es.

17 de noviembre de 2011

Me encanta el título


que le puso la Bestia Equilátera al libro de Michael Holroyd que traduje hace unos meses. Un buen epígrafe podría haber sido (aunque en contexto no tiene nada que ver) la primera oración de Jardín junto al mar de Mercé Rododera:


"A mí siempre me ha gustado saber las cosas que le ocurren a la gente, y no es que sea metomentodo..."

Le encanta a Holroyd saber las cosas que le pasan a la gente, sí que es un metomentodo -- bueno, un metesentodo (¿acento?) -- y encima le sale bárbaro escribirlo. 


Este libro tiene muchos artículos (seleccionados, cuándo no, por Matías Serra Bradford): en algunos se escriben vidas, en otros se escribe sobre cómo se escribió cierta vida y en otros, más teóricos, se escribe sobre escribir vidas en general: cómo, para qué, es bueno o malo, mejor que, peor que. Y es un libro que te hace desear: desear leer a todos esos escritores de los que se cuentan cosas, y de cuyas novelas se comentan partes que, al menos en palabras de Holroyd, te hacen pensar que fueron escritas para vos, y cómo que todavía no las descubriste, y si sí las conocías, cómo que no las volviste a leer en los últimos años.


Y además, ¿no está buena la tapa?

14 de noviembre de 2011

Hasta acá entiendo el funcionamiento de las cosas



El resto es magia.

9 de noviembre de 2011

Un brillito biográfico: To begin at the beginning



Cuando era young and easy under the apple boughs y limpiaba mi casa los sábados a la mañana o hasta, a veces, los sábados a la noche, lo hacía musicalizada por extremos así: I'm Free en versión de los Soup Dragons o Dylan recitando bajo su bosque lácteo, que tenía en cassette.


Ay, qué adolescente cool, gestualizando con la escoba al ritmo del subeybaja enunciativo de su ídolo de bucle en la frente.


Hoy volví a escuchar ese comienzo después de tantos años.

7 de noviembre de 2011

Otros hilos del tejido

Entre frases como las que puse antes, además de las citas y nombres sueltos que les dije, y de ir tirando posibilidades para escribir una novela, Markson incluye una y otra vez la información: "XXX era antisemita". Siendo XXX, entre otros, Yeats, Bernard Shaw, Santo Tomás de Aquino, Chopin, Voltaire, Cummings, Henry James, Wallace Stevens, F. Scott Fitzgerald, Stravinsky, San Agustín, Séneca, Roald Dahl, Degas, Quintiliano, Chejov, Cicerón, Marx.


Ay, Roald Dahl. Como diría Holden, that killed me.

4 de noviembre de 2011

Tweet ma non troppo

Éste era David Markson, que es el señor a quien traduzco en estos días. La novela que estoy traduciendo se llama Reader's Block y está escrita con un sistema de apuntes, casi anotaciones hechas en libretas u hojas sueltas a medida que se vive y se lee y se especula sobre qué y cómo escribir. A veces pone nombres sueltos, nomás, o nombres encadenados, o partes de citas no se sabe de quién, así que hay mucho gugleo en esta traducción y así también voy recogiendo frutos inesperados. Algo que me llama mucho la atención de este libro es que permanentemente imagino estar ante posteos de Facebook o, más todavía, de Twitter. Claro que por acumulación y una sutil manera de entretejer, estas notas sueltas no están finalmente nada sueltas y después de un rato se empieza a ver el dibujo en el tapiz. 
Y además pienso que a Markson no le habría hecho ninguna gracia mi apreciación sobre Twitter y Facebook. Fue algo así como un escritor de escritores y no me lo imagino posteando absolutamente nada. Casi supongo que debía escribir a mano.
Murió el año pasado.
Copio algunas partecitas sabrosas:

   "San Agustín dijo que su primer maestro fue también la primera persona que había visto en su vida capaz de leer sin mover los labios.

(...)


   A pesar de décadas de autoanálisis, Freud siempre sintió tanto temor a perder los trenes que llegaba a la estación hasta una hora antes del horario de partida.

(...)

   Sartor Resartus de Carlyle fue mordazmente maltratado por los críticos. Cuando se hizo famoso, Carlyle lo hizo reeditar. E incluyó las reseñas como apéndice.

(...)

   No puedo ni pronunciar esa inmundicia.
   Dijo Wallace Stevens de la palabra útero en un poema.

(...)

   Hölderlin estuvo loco, si bien de modo inofensivo, por más de treinta y cinco años. Con frecuencia improvisaba al piano extrañas melodías durante horas, o cantaba en lo que parecía una combinación indescifrable de latín, griego y alemán.

   Nietzsche tocaba el piano sin parar en sus propios nueve años de locura. Una vez, por lo menos, con los codos.

(...)

   Mary Shelley tenía diecinueve años cuando terminó Frankenstein.


(..)

   Nuestra vida no es más que una batalla y una estadía en tierra extraña.
   Dijo Marco Aurelio.

(...)

   Henry James tomó clases pagas para aprender a andar en bicicleta.  

(...)

    ¿Ha sido convincentemente demostrado que Silvia Plath no esperaba que su suicidio fuera un éxito?

(...)

   Eliot fue virgen hasta que se casó a los veintiséis.
   Y posiblemente de allí en adelante."

A mí me toca en un par de semanas

De este ciclo me tientan todas las fechas. 
Además coordinado por el gran poeta y gran traductor Jorge Aulicino.